Que me deje de seguir la luna
recae en la lentitud de mis dedos al vomitar tu color,

que no conozco.

Que se rompa la ternura del cielo para poder porfin decir ''lo hice'' y seguir fingiendo que las amapolas si me gustan.

Tengo miedo de mi paso firme, de saberme tan confiado frente a los vestigios de las dudas que me vienen a buscar cada vez que me trepo a un árbol.

Y no me importa.
Ya hay muchas cosas que no me importan.

Gracias por los ojos que pueden abrirle la puerta a lo que no conocen, a lo que no conozco; el úníco delincuente soy yo y voy hacer de esto una fiesta tremenda donde quizas quieras venir tu.

Porque cada corazon tiene un secreto y los brincos y la luna terca me dieron tantas llaves.. ni eso sabrás imaginar.

Y si vas y tocas y te vas, nunca sabrás de muertes o de amor,
O si piensas que aquí donde no hay nadie, nadie vive..
sabrás que el supuesto siempre viene a jugar a mentir y tergiversar al bastardito limpio de la mente,
en este cuerpo okupa,
apropósito del corazón.

Hoy sueño con nubes de cuello negro, su fricción era felina, bebían té de matico y tenían hambre de volar

sin alas ni protección

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