Yo no soy graffitero, poco sé de arte en comparación de la necesidad de vomitarlo para sentirme sano frente a algo que considere lienzo.

Pero hay gente que no entiende el concepto, las ciudades al igual que las personas van mutando constantemente, se van tatuando, hiriendo, floreciendo, etc. Los muros, las letras, el graffiti, todo es una consecuencia completamente lógica ante el descontento o lo que sea que suceda entre ésta acción. Molestar es sano, el shock es absolutamente importante, la revolución empieza ahí, lo hicieron los cabros de la Ramona Parra hace unos años en una época crítica, no venga con cosas de que ''por último hagan algo bonito'', ''que aporte'', no, no sea iluso, no caiga en la convención social absurda de omitir, todas las rayas hablan de algo mas importante que el propio nombre del que la hizo, sea un tag, un mural lleno de colores o una botella negra reventada en la pared, es un todo, un colectivo de muestra ante lo que acontece. La cultura está en la calle, en las poblaciones, en el under y en el ruido que genera. Una ciudad rayada tiene algo que decir (o gritar), mientras mas tapes, mas rayo.

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